CONSEJOS PARA PARTICIPAR EN TU PRIMERA CARRERA

1. Busca una distancia asequible y realista. Si estás acostumbrado/a a rodar a diario unos 5 km, no te apuntes de sopetón a una carrera de 10 km e intentes acabar en un ritmo muy alto. Mira el calendario con calma y busca una carrera que esté al menos a un par de meses de distancia en el tiempo. En esas 8 semanas podrás ir poco a poco adaptándote a la nueva distancia y te dará tiempo para seguir un plan de entrenamiento específico para la nueva distancia.

Respecto a dar el salto al medio maratón, al maratón o a un ultra, creo que hay que hacerlo con mucha cabeza. En mi caso han pasado más de 4 años desde que corrí mi primera carrera y desde entonces no he dejado de correr casi a diario.

Hay diferentes opiniones en esto, sé que hay gente que en un año pasa de no correr nada a correr un maratón, pero mi recomendación es que vayáis pasito a pasito. Yo tardé casi dos años en atreverme con una media maratón, y otro más en lanzarme a correr un maratón. Después aún esperé un año más hasta atreverme con un ultra. Pienso que, de esta forma, el cuerpo se va acostumbrando a las diferentes distancias, al incremento en los entrenamientos.

Aún recuerdo cuando entrené para mi primer 10 k, que a diario corría unos 7 u 8 k y me parecía que me moría… ¡hoy si en un rodaje no hago mínimo 13 k me parece que no he hecho nada! Mi cuerpo se ha acostumbrado a la distancia y ahora es algo natural.

Pero ese cambio es importante que lo hagáis poco a poco.

2. Si nunca has corrido una carrera. ¡No hace falta que empieces por un 10k! Muchas veces olvidamos que hay carreras más cortas que 10k. Hay muchas carreras populares de 5k que pueden resultar un comienzo fantástico para que te pique el gusanillo de las carreras.

3. Escoge bien la fecha para la carrera. Intenta que no coincida con el fin de semana del cumple de tu mejor amiga, una boda, una celebración familiar… Siempre nos decimos “no me voy a quedar hasta tarde” o “bueno, sólo una cerveza más”… y al final puede que te veas en tu cajón de salida con resaca, pocas horas de sueño… ¡o que directamente no seas capaz de despertarte!

4. Planea cómo vas a llegar a la salida. No dejes para el último momento este tema, ya que puede ser complicado sobre todo en las carreras multitudinarias en las que el coche no es una opción (porque aparcar en las cercanías es imposible) o los medios de transporte públicos son escasos. Y no olvides que las carreras suelen ser en domingo… ¡¡y los domingos siempre hay menos autobuses, metros y trenes!!

5. Ropa. 
Nunca estrenes ropa en una carrera. NUNCA. Puede que la camiseta tenga algo que te roce, o que la etiqueta del pantalón te moleste, y bastan un par de kilómetros para que se te pueda hacer una rozadura. Y créeme, una rozadura puede ser muy molesta e incluso puede forzarte a parar si la carrera es larga.

6. Alimentación.
Desayuna dos o tres horas antes de la carrera, para no llegar con el estómago lleno, y no hagas experimentos.

Si siempre desayunas tostadas, no cambies a cereales porque te lo ha recomendado tu compañero del gimnasio.

Los experimentos, como decía mi madre, “en casa y con gaseosa”. Así que si quieres cambiar de desayuno, hazlo en las semanas previas y comprueba que te sienta bien.

Lo mismo en el tema geles: prueba varias veces el efecto que tienen los geles sobre tu estómago y toma sólo los que sean estrictamente necesarios. No por tomar más geles vas a correr más rápido (bueno, puede que corras más rápido… ¡¡¡pero porque tengas unas ganas acuciantes de ir al baño!!!).

Los geles normalmente se toman en las carreras largas, yo por ejemplo en carreras más cortas de medio maratón ni tomo. Y en una media tomo sólo uno, dos, si es muy dura.

Por cierto, si vas a tomar geles, recuerda hacerlo siempre antes de llegar al avituallamiento para poder beber agua a continuación.

7. Vaselina y crema solar. 
Me hacen gracia las blogueras de “running” que recomiendan cremas antiarrugas o de contorno de ojos a las corredoras en sus blogs…

Yo sinceramente las dos únicas cremas que uso para correr son la vaselina y la crema de sol.

La vaselina me la unto en todo punto susceptible de convertirse en rozadura (es decir, entre los muslos, en las axilas…). ¡¡Sin ella no soy nadie!!

Y la crema de sol, imprescindible en verano, por supuesto. Así que embadúrnate bien antes de la carrera (y si eres chico no olvides los pezones). ¡¡Ah!! Hay otra crema que uso también… ¡¡Una de esas para las rozaduras de los bebés, que siempre me la hecho cuando me salen.                         

8. Ropero. 
Si vas a tener que dejar cosas en el ropero, ¡calcúlalo! Si la carrera es multitudinaria (y últimamente todas lo son) puede que haya MUCHA cola. Y cuando digo mucha es MUCHA. Así que si alguien te va a ir a ver, ¡que te guarde las cosas! ¡Es mucho más cómodo! Y si no, pues mejor ir con tiempo a que te cierren el ropero y te toque correr con la mochila a la espalda!

9. WC. 
Si sois como yo, que cuando estoy nerviosa me estoy todo el rato haciendo pis, os advierto que las carreras van a ser muy duras en ese aspecto. MUY duras. No sólo por el hecho de que tendréis que hacer una cola ETERNA hasta poder hacer pis antes de tomar la salida, sino porque cuando por fin podáis entrar en esa cabina de WC portátil la experiencia va a ser tan nauseabunda que probablemente salgáis con el estómago revuelto y ganas de arrancaros los ojos y la nariz. Es así. Pasa en todas las carreras. Y os lo digo yo que voy al baño siempre en todas. Todas. No tengo remedio. Así que si vosotr@s no sois tan meones/as, os recomiendo ir “evacuados” de casa.

10. Cajones de salida. 
No todas las carreras los tienen, pero cada vez son más las que dividen a sus corredores por tiempos de llegada. Es decir: si en una carrera de 10 km piensas que vas a tardar 45 minutos, te tendrás que poner en el cajón que ponga 45´ y no en primera fila para salir en la foto. Yo en mi primera carrera (la de la Mujer de 2010) me vi atrapada en un tapón formado por un mar de señoras que se habían puesto delante del todo, en primera fila, para hacer la carrera caminando, pese a que el cajón indicaba que en esa posición debían estar las mujeres que fueran a correr.

Posteriormente me ha pasado en numerosas ocasiones: te pones en el cajón que corresponde a tu tiempo planeado y te encuentras con corredores que salen a un ritmo muchísimo menor, obligándote a ir haciendo “eses”. Por tu bien, y el del resto de corredores, te recomiendo que te pongas en el cajón que te corresponde. Es más, te subirá mucho más la moral en carrera porque irás adelantando a otros corredores más lentos (mientras que si te pones en un cajón muy rápido, ¡verás que te adelanta todo el mundo!).

11. Y lo más importante… ¡¡¡Disfruta!!! 
Sí. Disfruta. Ya sea por llegar a meta, por vivir las sensaciones de estar en una carrera, por compartirlo con tu familia y amigos o, simplemente, por el hecho de haberte lanzado con tu primera carrera (o con una nueva distancia), DISFRUTA.

Cruzar la meta es un momento único y nunca olvidarás tu primer 5k. Nunca. Igualmente, nunca olvidarás tu primera media, tu primermaratón… Son momentos que quedan para siempre en la memoria así que trata de disfrutar al máximo (y eso incluye disfrutar del hecho de que hayas sufrido como un loco/a durante todos los kilómetros de la misma y aun así hayas llegado a meta!!).

Sé que sufrirás en carrera muchas veces, pero precisamente por eso la felicidad posterior será aún mayor.

12. Ah….y sobre lo de llegar último o última en una carrera. Sinceramente, da igual en qué puesto llegues. Siempre habrás sido más rápido/a que tod@s l@s que se han quedado durmiendo o vagueando en el sofá y simplemente eso ya es la caña!

Consejos extraídos del blog de Alma.